…más tarde a la puesta de Sol, conduciendo hacia el norte por el Saw Mill con un viento alto, con nubes grandes y pasajeras, orgullosas de sus vientres rosáceos, en un momento de luz intensa vi una casa a lo Edward Hopper, a la vez tan exquisitamente luminosa y oscura que lloré todo el camino hasta la ruta 22, aquellas lágrimas incontrolables como si llorara el cuerpo entero.
Hettie Jones
